Café Hawelka es todo un clásico en Viena, que toma su nombre de su fundador Leopold Hawelka que abrió este establecimiento en el año 1939.
Durante muchos años ha sido uno de los puntos de reunión de escritores y críticos de la ciudad, algo que se ha conservado hasta hoy de un modo admirable. Toda su decoración y detalles nos trasladan a esa epoca (años 60 y 70) en la que este local era un hervidero de artistas y librepensadores
Es un establecimiento no demasiado turístico, en el que nos podemos encontrar con muchos vieneses que acostumbran a acudir aquí a leer los innumerables periódicos colocados a la entrada.
Una cafetería vienesa es una típica institución gastronómica que forma parte importante de la tradición de la ciudad. Incluso está inscrito en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO desde 2011.
El Café Hawelka está situado en el centro de Viena, a pocos minutos muy cerca de la plaza principal Stephansplatz, en la pequeña calle lateral Dorotheergasse. El exterior es muy discreto, así que si pasas, desde fuera nunca adivinarías qué joya se esconde dentro. El interior también es poco llamativo – muy modesto pero acogedor y con un encanto vienés específico.
La experiencia
Un lugar con mucho encanto cultural y perfecto para reunirse con los amigos y charlar. Muy cerca del centro y de la catedral. Rodeado de calles de tiendas. Abarrotado pero si esperas un rato en seguida se queda libre alguna mesa.
